martes, 26 de febrero de 2008

Patologías de la imagen

Ninguna imagen es inocente o ingenua. Ésta es la moraleja que Román Gubern nos expone en Patologías de la imagen. Desde las cándidas curvas de Mickey Mouse hasta las pinturas de artistas abstractos tan influyentes como Rothko o Jackson Pollock, están plagadas de intencionalidades e ideologías en las que se confirma o se sublima el deseo de un pueblo. A través de la representación nos identificamos o nos rechazamos, tal es la patología de la imagen. Por un breve recorrido de la representación, Gubern destapa el genio del cristianismo y su relación con el arte de la Edad Media y el Renacimiento, donde el genio del artista se las ingeniaba para ocultar las partes pudorosas de los modelos. Con una ramita sobre el pene o la palma de la mano colocada en la entrepierna de una mujer, la censura, en lugar de ocultar, recalcaba, exacerbaba la imaginación de los espectadores. Adán y Eva eran un problema: ¿cómo pintarlos desnudos? ¿Se les quitaba o se les ponía ombligo al carecer de progenitores humanos?
Después, viene el abuso ideológico de la imagen por parte del fascismo europeo. Román Gubern otorga en un extenso capítulo los usos de los carteles por el nazismo alemán, el fascismo italiano y el de la anterior URSS, que cada cual proponía una pedagogía de la mirada: no sólo se trataba de qué mostrar, sino cómo educar.
Por último, en un breve apartado, la influencia de los videojuegos en la juventud del nuevo siglo, donde la imaginación resulta menoscabada, tanto la de las compañías como Sega y de los jugadores adolescentes.
Libro recomendable para aprender a ver los objetos que nos rodean.

Biblioteca Central: NX 190 G83 2004


F.S.

jueves, 21 de febrero de 2008

La literatura no "circula" entre España y Latinoamérica

La nota siguiente se extrajo de aquí.
Espero que la disfruten que y reflexionen en torno a ella.

ZARAGOZA. Hay una barrera entre el mercado literario español y el latinoamericano, una realidad que provoca situaciones tan anodinas como que muchos lectores latinos desconozcan la obra de Miguel Delibes, o que escritores iberoamericanos no reúnan a más de veinte personas en sus presentaciones en España.
Así lo expuso la directora de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Nubia Macías, en la ciudad española de Zaragoza, en cuya universidad impartió la conferencia "¿Divididos por el español?".
"¿Por qué nos hemos distanciado tanto de los pueblos que nos son tan afines histórica y culturalmente?", se preguntó la responsable de la primera feria literaria del mundo en español, para quien España tiene una "una responsabilidad mayúscula" en esta situación.
juicio de Nubia, los editores españoles suelen ir a las ferias latinoamericanas "a vender y no a comprar", y es que históricamente han percibido el mercado latinoamericano únicamente como consumidor de sus títulos, y no como fuente de nuevos autores para sus catálogos.
A esta situación se suma el agravio de la venta de derechos de autor, ya que las editoriales españolas suelen comprar los derechos universales de distribución de una obra en español, es decir, que tiene potestad sobre la distribución de un título escrito en español en todos los países hispanohablantes.
Según Macías, esto sólo sucede con las obras escritas en español, ya que, por ejemplo, la venta de derechos de obras en inglés se negocia con las diferentes editoriales de cada país.
En este sentido, la directora de la FIL resaltó la "necesidad" de impulsar la regionalización de los derechos de autor en español, un extremo en el que la cita literaria mexicana trabaja desde hace años, con iniciativas como la creación de un Salón de Derechos o la formación de profesionales latinoamericanos en este sector.
Esta suma de circunstancias hace que las más de 400 millones de personas que hablan español en los países iberoamericanos no tenga acceso a las obras de escritores contemporáneos más importantes de otros países, y que, autores como Javier Marías o Antonio Muñoz Molina, sean auténticos "desconocidos" en México.
Este desconocimiento es para Macías una gran "tragedia", máxime cuando la cultura debería ser la "gran interlocutora" entre España y el resto de países latinoamericanos, lamentó Macías, cuya feria acoge cada año a 600 mil visitantes y 17 mil editoriales, que exhiben 350 mil libros nuevos".
España está desperdiciando una gran oportunidad, ha utilizado mucho el mito de que es el gran interlocutor de América Latina, pero eso se ha quedado sólo en palabras, no se ha hecho efectivo", aseveró.Más allá de cuestiones económicas, debería "prevalecer" el interés de "preservarnos como cultura", arguyó Macías, quien advirtió de que cada vez que un autor español gana el Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras españolas, los lectores latinoamericanos se preguntan dónde podrán adquirir sus libros.
A pesar de esta situación, la directora de la FIL resaltó el esfuerzo realizado por editoriales españolas como Tusquets, Anagrama o Páginas de Espuma, que incorporan con frecuencia autores latinoamericanos a la catálogo.
"Desde América Latina se ve muy lejana a España, porque ésta se ha concentrado tanto en ser europea, que se ha alejado de sus socios naturales", dijo.
La FIL, considerada por expertos la segunda feria literaria del mundo después de la de Fráncfort, es una feria abierta al público general y al profesional; está impulsada por la Universidad de Guadalajara, y se ha posicionado como punto de encuentro de escritores, académicos, artistas e intelectuales.

viernes, 15 de febrero de 2008

Henry Bergson, Metafísica; La risa



Henry Bergson, Metafísica; La risa. Porrúa, México, 1996.
Encontrarán este libro en la Biblioteca Central (ICSA).

Clasificación: BD112 B4718

En dos momentos lejanos he utilizado este traqueteado volumen. La primera, durante mi frustrado intento de cursar la maestría en filosofía de la UACJ, para preparar una exposición sobre la metafísica de Bergson (Francia, 1859-1941); la segunda (es decir, en este momento), para indagar sobre el tema del humor, que forma parte central de mi futura tesis.
Sepan ustedes que hay otras presentaciones de La risa en nuestra Biblioteca Central, sólo que descansan en los anaqueles de Colecciones Especiales. Como sabemos, los textos verdaderamente accesibles son los de Colección General. Pues bien, este modesto librito (modesto solo en su presentación), según parece por su estado actual, ha sido un caballito de batalla del que muchos usuarios han tenido provecho.
El primero de los libros de este volumen, Introducción a la metafísica, es una condensada exposición de algunas ideas que animaron toda la filosofía de este influyente filósofo francés. Nos dice, por ejemplo, que el tiempo no puede ser dividido en secciones, puesto que es un flujo constante, y que apreciaremos mejor la vida y los fenómenos del mundo si los estudiamos en movimiento, en lugar de fijar un momento, como si se tratara de fotografía, para entenderlo. El concepto clave de esta idea es la duración. La existencia no se compone de instantes individuales, sino que es una duración.
El segundo libro, La risa: ensayo sobre la significación de lo cómico, es un intento de encontrar leyes en torno al fenómeno de la risa desde diversos puntos de análisis: psíquico, social, estético. Hay interesantes afirmaciones como la siguiente:

Para que una locura sea risible, deberá ser una locura que pueda conciliarse con la salud general del espíritu, una locura normal, si se nos permite la expresión. Pues bien, existe un estado normal del espíritu, cabal imitación de la locura, en el cual hay asociaciones de ideas idénticas a las de la alineación [sic: debiera decir alienación] mental y una lógica singular como la de la idea fija: el estado del sueño. Si nuestro análisis es acertado, podremos resumirlo en el teorema siguiente: “El absurdo risible es de la misma naturaleza que el de los sueños”. (página 107).

Este trabajo de Bergson ha sido citado, quizá, en miles de artículos y libros, pues constituye un punto de partida para el examen de las cuestiones cómicas en general. Punto de partida hacia atrás, porque estaríamos obligados a revisar la comicidad en la Antigüedad (Aristófanes, Suetonio); y punto partida hacia delante, porque han surgido múltiples estudios sobre el tema y sus derivaciones. Freud, por ejemplo, lo nombra. Borges considera que, tanto la teoría de Bergson como la de Freud sobre la risa, son aniquilables. En lugar de ellos, propone leer a Max Eastman (Enjoyment of laughter), libro con el que por cierto contamos en nuestras maravillosas Colecciones Especiales. Quizá nuestra siguiente reseña lo comente.

Reseña por Agustín García Delgado

miércoles, 13 de febrero de 2008

Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en Occidente




Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en Occidente
Régis Debray

La historia de las imágenes no sólo remite a la producción de las representaciones, se refiere también a la huella que el ser humano ha dejado a lo largo de su paso por el mundo. Este libro ofrece una detallada historiografía de la imaginística, desde la concepción de la imagen sagrada en la Biblia, vista como pecado, hasta la contemporaneidad, donde la invasión mediática de la televisión, el Internet y el cine han minado la relación del arte, la realidad y el verdad. El autor no nada más dispara datos; se atreve a interpretar la condición humana a través de la producción de las imágenes, desde pinturas hasta fotografías. La necesidad de crear imágenes del mundo es inherente a nosotros, dice Debray, pues es la forma más factible (y tangible) de sobre vivencia. Si la Biblia prohibió crear imágenes de cualquier ídolo o dios ajeno a Dios, incluso la suya propia, permitió con esto la invención de la imagen humana: nosotros sí podemos vernos en estatuas, en pinturas, en películas. Porque Dios es la luz, el hombre no, y sólo un ser que pasa y muere necesita tornarse luz para sobre vivir, o sea, fotografiarse.
Un libro básico para la teoría de la imagen. Recomendable para estudiantes de literatura, arte y filosofía. Además de que Régis Debray es uno de los teóricos y pensadores más interesantes de nuestro tiempo.

Catalogación: N67 D4318 2000
Biblioteca: Biblioteca Central y Otto Campbell
Francisco Serratos

lunes, 11 de febrero de 2008

Da Vinci, el cocinero



Es verdaderamente agradable encontrarse en la Biblioteca Central con un texto como éste: Notas de cocina de Leonardo da Vinci, compilado y editado por Shelagh y Jonathan Routh, en el que además de encontrar al inventor, pintor y todas las facetas ya conocidas, podremos encontrar al jefe de cocina de la taberna Los Tres Caracoles y maestro de banquetes en la corte de Ludovico Sforza.
En este libro podemos identificar al genio del florentino que iba más allá de lo que los cánones de la época dictaban. El texto está basado en el Codex Romanoff donde pueden apreciarse los dibujos de los inventos que Da Vinci creía necesarios para satisfacer las necesidades del momento. Un ejemplo de ello, es la propuesta para estirar la lasaña —muy lejos de la actual, ésta era durísima— para convertirla en espaguetti (invento de Da Vinci). O también aquella donde quería utilizar una prensa con caballos para abrir nueces y no desperdiciar el tiempo y las fuerzas del hombre.
Además, a través de las páginas se manifiesta el genio y la inquietud de Da Vinci. Por un lado, están su gusto por la cocina, por la observación y sus aportaciones para mejorar la alimentación que estaba más o menos generalizada en toda Europa; por otro, sus ideas acerca de una alimentación más ligera y con la misma posibilidad de satisfacer las necesidades fisiológicas, es decir, una especie de propuesta vegetariana o light.
Es también importante para acercar la mirada al tipo de alimentos y preparación que daban a éstos en los países europeos antes del encuentro con América, antes del aporte a las cocinas mundiales de todos los ingredientes americanos que vendrían a enriquecerlas de forma radical.
Como documento histórico es también interesante, ya que pueden apreciarse tanto ingredientes como modos de preparación de éstos y además, se perciben el tipo de enfermedades que aquejaban a los habitantes del Viejo Mundo, así como las posibles comidas que eran recomendadas para tales casos.
Por otra parte, la serie de inventos para la cocina de Leonardo, incluyen servilletas, molino de pimienta, lluvia artificial en caso de incendios, tambores mecánicos para musicalizar, un asador automático, el tenedor de tres dientes, además de un cortador de berros gigante que como muchos de sus inventos, provocaron más caos que soluciones y éste es utilizado como arma contra las tropas enemigas de Ludovico Sforza. Incluso un genio como Da Vinci era falible.
Para quienes ven en Da Vinci a uno de los genios universales, este libro confirmará sus percepciones y para quienes no, este documento, les hará cavilar en torno a la capacidad reflexiva e inventiva del florentino. Sin duda, este texto sobre una de las facetas inusuales de Leonardo, es una joyita que puede apreciar quien quisiere en esta Ciudad Juárez. Es un libro maravilloso que no pueden dejar de leer.

Clasificación: TX 723 N6718 Ej. CGBCE

jueves, 7 de febrero de 2008

Sartre: El Existencialista


Las siguientes líneas las dedico a comentar un texto del filósofo Jean-Paul Sartre, titulado: El Existencialismo es un Humanismo (Ediciones Quinto Sol/México/1985). Sartre era un intelectual de origen francés cuya ideología fue catalogada dentro del existencialismo(1). Sus teorías influyeron grandemente en los pensadores posmodernos de décadas más tarde.
Sartre afirma: “no está escrito en ninguna parte que el bien exista, que haya que ser honrado, que no haya que mentir; puesto que precisamente estamos en un plano donde solamente hay hombres” (p. 40). Entiendo por esto que los humanos en la libertad en la que enfatiza su teoría el francés, tienen derecho a incurrir en fechorías porque su origen y su naturaleza no le permiten lo contrario. Más adelante confirma la anarquía de su pensamiento cuando dice: “si Dios existe, no encontramos frente a nosotros valores ú órdenes que legitimen nuestra conducta…el hombre está condenado a ser libre” (ídem). Lo anterior indicaría la negación de un ser divino superior y la aseveración de la libertad como algo ineludible y al mismo tiempo incómodo.
Hay una frase que resume la idea de la supremacía del hombre en natura. “El hombre es ante todo un sujeto, algo que posee más dignidad que una coliflor, una piedra o una mesa…” (p. 8). En eso tiene razón, aunque a mí se me ocurre que dicha dignidad se da porque el humano es el único que conoce el significado de tal concepto, además de que utiliza seres inertes e indefensos para hacer la comparación.
Habla también de la inmovilidad e incapacidad de hombres y mujeres:
“…el progreso es un mejoramiento; el hombre es siempre el mismo frente a una situación que varía…” (p. 60). Visto así, el hombre no tiene opción más que permanecer estático, sin evolucionar. Está condenado a presenciar el avance de su entorno sin participar en él porque si la situación es la que varía, entonces no tendría razón de entender y por ende definir el progreso como tal. Sobre la existencia de dios afirma: “aunque Dios existiera, esto no cambiaría” (p. 68). La presencia de dios sería inútil. El estado errático y perenne de las cosas transformaría (en caso de existir) al dios-creador en dios-espectador. Si dios no puede cambiar la situación, entonces no es divino, ni todopoderoso y en consecuencia no sería lo que se supone que debe ser. Su labor consistiría en observar un mundo ya creado del que no fue partícipe.
El explicar la Filosofía, es decir, el hacerla entendible es, según Sartre, una mera vulgarización. Sitúa el papel del filósofo como algo que debiera ser sagrado. Además, si no es comprendida la idea es inobjetable y si la intención es que no sea comprendida, entonces ¿para que fue emitida?, sobre todo tomando en cuenta la finalidad de Sartre de “innovar, retar y sorprender” al lector.
Sartre dice que la vida no existe para nadie hasta que se vive, se forma parte de ella. Luego menciona que los individuos forman parte del mundo antes de nacer, o lo que es lo mismo, cuando no están vivos propiamente o cuando no han salido al exterior donde se encuentra el mundo. El mundo como probabilidad, el concepto hombre-mujer, sujeto, objeto y acciones, hipótesis y teorías que no tendrán validez si no se ponen en práctica. Esto representa una objeción contra la invención de utopías, lo cual es un buen punto después de todo.
Sin embargo, creo que esta obra no cumple con la expectativa de innovación antes mencionada considerando el reducto sartriano de los acontecimientos y sucesos de la vida a la nada, a la nulidad. Por otra parte la lectura del texto es recomendable por tratarse de una conferencia dictada por el propio autor y por el debate incluido como epílogo en la última sección del libro.

Revisión realizada por Israel Nungaray González

Clasificación: BD 355 S37 Ej. 1 CGBCE

1. Movimiento filosófico que resalta el papel crucial de la existencia, de la libertad y de la elección individual, y que gozó de gran influencia en distintos pensadores y escritores de los siglos XIX y XX. (tomado de: es.encarta.msn.com/encyclopedia_761555530/existencialismo)

viernes, 1 de febrero de 2008

Abrir las ciencias sociales


Abrir las ciencias sociales
Immanuel Wallerstein (coord.)

Este es un texto fundamental para conocer y entender el devenir de las ciencias sociales. El título es muy atinado y es además una propuesta. Un grupo de intelectuales se reunió precisamente con esa preocupación para tratar de resolver, o más bien de proponer las posibles salidas a tema que ha llevado a discusiones generacionales y soluciones temporales. La complejidad estriba en que se trata de disciplinas que atienden lo más complejo de la constitución del planeta: el ser humano.
El documento es un referente obligado para quien quiera conocer el surgimiento de las ciencias sociales y sus diferentes transformaciones a lo largo de la historia. Además presentan un panorama para ver qué tipo de preocupaciones ocupaban a los intelectuales de cada época. Las ciencias sociales, a partir de la concepción de sus pares naturales, trajo una serie de desaveniencias tanto al exterior como al interior de las mismas.
Una vez resueltos, relativamente, esos escollos, las dificultades se presentarían en el tipo de temáticas que manejaran, en los protagonistas, en los olvidados, en quienes tenían la legitimidad para generar conocimiento legítimo. Posteriormente vendrán investigaciones de corte cultural, económico y donde se buscará integrar más elementos que nutran dichas investigaciones.
Es decir, luego de una delimitación exagerada por disciplinas, que lo que muchas veces lograban eran estudios demasiados esterilizados, luego surgirían las combinaciones con otras pero estamos llegando o ya llegamos a un punto donde sigue siendo una visión muy limitada de nuestra realidad como seres humanos.
Por lo tanto, la tesis central Abrir las ciencias sociales, es plantear el problemas y los problemas que se derivaron a lo largo de la historia de ahí mismo. Pero no sólo eso, además, los intelectuales reunidos en este libro, aventuran propuestas que tocan las estructuras actuales, el modo de financiamiento de las investigaciones, la formación misma de estudiantes de las diferentes disciplinas universitarias. Esto último claro, si las universidades no desaparecen ante las diferentes formas para la generación del conocimiento.

Clasificación: H61 A3718 2003 Ej. 1 CGBCE